Hay una gran cantidad de elementos intrínsecos a nuestras circunstancias que nos pueden jugar malas pasadas. La convivencia, la falta de comunicación o la gestión del tiempo son algunos de ellos; como los descuidemos, mal vamos.
¿Cómo puedo hacer mejor mi trabajo? ¿Qué me falta para convertirme en un profesional excelente? Llevo haciéndome estas preguntas desde que empecé a trabajar y, aunque no tengo la solución definitiva, he ido recogiendo pistas.
En esta edición te cuento cuáles son mis 6 básicos que no pueden faltar al hacer marketing digital.
Antes de meterme en harina: soy consciente de que no hay una solución que sea válida para todas las personas.
Ni mucho menos, para todas las empresas. Por el tipo de producto o servicio que ofrezca, por el tamaño, por el sector donde actúe o mil factores más.
Sin embargo, lo que te expongo a continuación se aleja totalmente de depender de los recursos que tenga un departamento.
Más bien tiene que ver con cuestiones de estructura, de visión, de mentalidad y por supuesto, de actitud. Que surgen a partir de todos los errores que he ido cometiendo en estos años y los 1:1 que he ido teniendo con mis responsables.
Se trata de ser lo más efectivos posibles para conseguir los resultados que nos proponemos.
1. Rodéate de un buen equipo
Tus compañeros tienen que ser gente que te rete a ver todo lo que tú no ves. Como se dice en el sector, ‘que te haga challenge’ todo el rato.
También es muy importante que haya perfiles complementarios. En un departamento de marketing hay una gran variedad de áreas que demandan diferentes habilidades, desde la analítica de datos hasta la creatividad, la generación de contenido, la gestión de campañas o el conocimiento más técnico.
Tener a un responsable con experiencia nos dará capacidad para pensar estratégicamente y alinear nuestros esfuerzos a conseguir los objetivos. Algo esencial para moverse en el entorno digital, que suele ser volátil y está súper saturado.
Y además, debemos ser capaces de gestionar la complejidad que generan tantos cambios en tan poco tiempo.
No hay gestión eficiente de la complejidad sin coordinación, con duplicidad de esfuerzos y sin maximización del retorno de la inversión de lo que se hace.
2. Define tus objetivos con claridad
Perder de vista tu horizonte es una de las cosas más fáciles cuando trabajas haciendo marketing.
Por eso es tan importante obsesionarse con los objetivos (hablando en el buen sentido). Una buena forma de empezar a fijar objetivos es la fórmula SMART; es decir que sean específicos, medibles, alcanzables, relevantes y que se consigan en un plazo de tiempo concreto.
Parece una tontería pero con unos objetivos claros, es más fácil asignar recursos, ya sea dinero, tiempo o personas.
Los recursos son demasiado valiosos como para desperdiciarlos.
¿Quieres saber un truco para acercarte a tus objetivos? Asigna siempre un responsable a cada tarea, no para la ejecución sino para hacer que las cosas pasen.
3. Segmenta y comunícate con tu audiencia
¿Cuántas veces has recibido un impacto que no era para ti? O, ¿cuántas te ha llegado un email que huele a mensaje masivo?
No dirigir tus mensajes a los problemas de cada segmento de tu audiencia, te resta credibilidad y confianza. Es como pescar peces muy pequeños con una red grande; seguro que habrá algunos que se queden atrapados, pero hay mucho margen de optimización.
Es fundamental no perder de vista cuáles son las necesidades, los deseos y el comportamiento de tus usuarios.
El otro día leía que hay que deberíamos darle una vuelta de tuerca al concepto de buyer persona. El comportamiento del usuario es muy cambiante y necesitamos un sistema que nos permita trabajar con audiencias más dinámicas y que un trabajo de investigación como el de construir un buyer persona quede obsoleto a las primeras de cambio.
Esto último da para reflexionar.
4. Crea contenido y de calidad
Seguro que ya sabes que crear contenido es fundamental. Pero esta creación debe ser constante y de calidad, lo que lo convierte en un auténtico desafío.
Centrarse en desarrollar una estrategia de contenido sólida que incluya contenido relevante y valioso para su audiencia, así como mantener un flujo constante de publicaciones, te puede reportar muchísimos beneficios a medio y largo plazo.
Si lo que buscas es ganar viralidad o conseguir más leads, es vital apoyarse en canales propios y ajenos, orgánicos y de pago, de empresas y de personas, analógicos y digitales.
Por eso, no vale solo con crear el contenido. Por muy buena que sea tu estrategia de content, no llegarás a ningún sitio sin una buena distribución del mismo.
5. Haz seguimiento y analiza
Sin hacer seguimiento de las acciones y sin analizar los datos, es imposible tomar buenas decisiones.
Es algo que solemos darnos cuenta cuando hacemos una retrospectiva en Google Analytics de lo que ha pasado en un año, vemos una gráfica con muchas subidas y bajadas.
Nuestra cara lo dice todo cuando no somos capaces de identificar los motivos de los picos (ya sea en visitas, leads o conversiones).
Está bien que a la primera te pase, pero solo para no volver a cometer esos errores.
Para evitar caer de nuevo en esas trampas e ir a ciegas, ¿qué tal si documentas ese proceso en un Notion, te pones una tarea semanal de generar ese seguimiento, preparas un dashboard o creas un informe para recibirlo de manera automática?
6. Aprende a vender tus logros internamente
Está bien hacer muchas cosas que impacten en los objetivos de la empresa, pero cuanto más luzcan de cara a tus stakeholders, mejor.
Cuando alguien nos contrata, espera que seamos capaces de hacer diferentes cosas. Espera que consigamos los objetivos, ya al final, es lo que mide nuestro rendimiento.
Por eso me parece una buena inversión saber vender los logros obtenidos y relacionarlos de alguna manera con el bienestar de la empresa.
Este listado con los 6 imprescindibles al hacer marketing digital es solo fruto de mi experiencia. Me encantaría que utilizaras la sección de comentarios para que me cuentes qué cosas añadirías tú y por qué crees que es importante.
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¡Cómo ha resonado conmigo esta edición! Hábitos, foco y disciplina. Constancia > Motivación