Este año que se esfuma he vivido grandes cambios, lecciones inesperadas y primeros pasos que me llevaron a salir de mi zona de confort.
Desde los desafíos de ser padre primerizo hasta dar el salto al mundo freelance, cada experiencia dejó una marca profunda en mi manera de ver las cosas.
En esta edición hago un repaso a nivel personal y profesional de un año que, aunque exigente, ha sido transformador.
¿Cómo crece Mistakes Happen?
Comparto contigo las métricas para que veas el crecimiento de esta newsletter (entre paréntesis la comparación con los últimos 30 días):
👉 Ediciones: 70
👉 Suscriptores: 648 (+22)
👉 Views: 2.260 (-450)
👉 Open Rate: 40,42% (-0,8%)
El 2024 empezó con el reto más emocionante de mi vida: una recién estrenada paternidad. Algo que implica comenzar el año con un cambio radical de la perspectiva que aplica a todo.
Prioridades, tiempos y energías se reorganizan, a veces de formas inesperadas. Pero esa misma experiencia me ha enseñado a disfrutar más del proceso, algo que también he aplicado a mi vida profesional.
Este año ha sido una montaña rusa de desafíos y logros, para qué nos vamos a engañar.
La pausa necesaria
Empezar el año con oportunidades fallidas no es lo que uno suele planear, pero es lo que me tocó vivir a finales de 2023. Estos desencuentros son el germen perfecto para obligarse a hacer algo que nunca es fácil: parar y replantearse todo lo que nos rodea.
Dar un paso atrás me permitió ver la fotografía completa. Me di cuenta de que, aunque mi rol me había llevado lejos, ya no estaba alineado con el crecimiento que buscaba trabajando por cuenta ajena. Necesitaba agitar el avispero.
Decidí enfocarme en un crecimiento más integral, que incluyera no solo habilidades técnicas y estratégicas, sino también una conexión más profunda con mis valores y mis objetivos.
De esta experiencia me quedó una lección clave: saber cuándo es momento de soltar algo que ya no te aporta es igual de importante que saber qué quieres construir después.
El primer salto al vacío
Darme de alta como autónomo fue como subirme a una montaña rusa sin saber del todo cómo iba a ser el trayecto, ni el tiempo que aguantaría.
Más allá de las cuotas, que no son precisamente una motivación, este paso simbolizó mi compromiso con mi crecimiento profesional por cuenta propia (sin dejar mi trabajo por cuenta ajena), un ejercicio de pensar a largo plazo.
Para mí, ser autónomo significa muchas cosas, pero sobre todo:
Aprender a gestionar tu tiempo y tus ingresos con más responsabilidad
Vivir con la incertidumbre de los primeros meses mientras construyes tu base de clientes
Tener la libertad de elegir proyectos que realmente resuenen contigo
Aunque el inicio ha sido un desafío, también ha sido el paso más importante para trabajar en algo que de verdad siento que realmente es mío. No te imaginas la satisfacción que sentí cuando cobré la primera factura, no por el importe sino por lo que significaba.
Se puede (y se debe) aprender haciendo
Cada proyecto como freelance ha supuesto una oportunidad muy valiosa de aprender distintas formas de hacer las mismas cosas. Tras casi 6 años en Product Hackers haciendo marketing, necesitaba explorar qué hay más allá de The Growth Company.
Porque realidades laborales hay muchas, tantas como empresas hay en el mundo.
Desde estrategias de marketing digital hasta crear un eCommerce, diseñar un cotizador para vender embarcaciones neumáticas o ejecutar campañas de email específicas, he hecho prácticamente de todo.
Este enfoque tan diverso me ayudó a identificar dos cosas claves. La primera es que no voy a entrar en ningún proyecto B2C a menos que sea algo súper llamativo y con un potencial de crecimiento enorme.
Lo segundo es lo que una empresa B2B debe tener para que una colaboración sea verdaderamente productiva y me lance a ello:
Producto o servicio validado. Si una empresa aún no sabe si su oferta funciona, no está lista para desarrollar estrategias de marketing pensando en el medio y el largo plazo. Es fundamental tener una base sólida.
Capacidad de ejecución y supervisión. Trabajar con alguien que no puede o no quiere involucrarse en el proyecto es muy frustrante. Las mejores colaboraciones ocurren cuando ambas partes se comprometen y si no es el caso, no habrá colaboración.
Infraestructura mínima viable (no sé si existe el concepto de IMV, si no, me lo invento). Esto incluye herramientas, procesos y equipos básicos que permitan que las ideas se conviertan en acciones. Sin esta base, cualquier estrategia está condenada al fracaso.
Estos aprendizajes me han ayudado a filtrar mejor los proyectos que realmente tienen potencial. Esta es la razón que me ha llevado a descartar 4 proyectos para el 2025 y a arrancar otros 2, de los que espero hablarte muy pronto.
Año V como docente universitario
En 2024 celebré mi quinto año como docente universitario en la Nebrija.
Impartir asignaturas relacionadas con redes sociales y el aprendizaje móvil sigue siendo una de las experiencias más enriquecedoras de mi carrera. Reconozco que tengo verdadera vocación docente.
Este año me centré en acercar a los estudiantes a los retos reales del mundo digital. Más allá de los conceptos teóricos, trabajamos en casos prácticos que les ayudaron a entender cómo funcionan las plataformas, las audiencias y las métricas en un entorno profesional.
La enseñanza no solo me permite compartir lo que sé, sino también estar en constante renovación y aprender de las ideas frescas de mis estudiantes. La curiosidad y creatividad de algunos de ellos son un recordatorio constante de por qué me encanta esta profesión.
La chispa de algo nuevo
Uno de los mayores aprendizajes de este año fue dar los primeros pasos en la creación de un producto digital.
¿Qué saldrá de este proyecto? Honestamente, no tengo ni la más remota idea. Pero la sensación de estar construyendo algo desde cero, con mis ideas y mi visión, es algo que nunca había experimentado antes. Y tengo muchas ganas de probar a ver qué pasa.
Además, estoy trabajando en un proyecto con un profesional al que admiro profundamente. Es algo que me emociona porque queremos cubrir una necesidad que existe, que nadie está haciendo nada por solucionarla y que afecta a una barbaridad de profesionales de los negocios digitales.
Y aunque no puedo compartir mucho por ahora, prometo que en 2025 habrá novedades interesantes.
Este año entendí que el emprendimiento es un maratón, no un sprint. Requiere paciencia, probar cosas, aceptar las derrotas y, sobre todo, buscar la manera de disfrutar del viaje y no desistir.
Un espacio de conexión que va a más
Esta newsletter ha sido uno de los grandes puntos de conexión en 2024.
Gracias a ti como lector o lectora, la newsletter ha crecido en contenido y en impacto. Pasar de 325 a 648 personas suscritas es un hito humilde pero que merece ser celebrado. Es un formato que me ha permitido explorar temas variados, desde estrategias de marketing hasta reflexiones sobre el mundo digital.
Sin embargo, tengo pendiente sacarle partido a Notes, una herramienta que he dejado en segundo plano por centrarme en potenciar mi marca persona en LinkedIn.
Mi objetivo para el próximo año es utilizarla para conectar más con cualquier profesional con el que tenga intereses similares, creando un canal más dinámico e interactivo.
Si algo me llevo de este proyecto, es que compartir ideas y aprendizajes crea conexiones genuinas. Y que por mucho miedo escénico que tengas al principio, siempre habrá alguien que conectará con tus pensamientos, con tus reflexiones o con las situaciones que te toca vivir en el día a día.
Lo que espero de 2025: hacer menos, pero mejor
Para 2025 tengo un objetivo claro: hacer menos cosas, pero con mayor impacto. A veces, queremos abarcar demasiado y terminamos perdiendo foco.
Este año quiero:
Elegir los proyectos que realmente sumen para acumular el máximo conocimiento posible, tanto en aprendizaje como en resultados
Consolidar y perfeccionar lo que he construido este año, en lugar de empezar demasiadas cosas nuevas
Mejorar mis ingresos y estabilidad, porque el crecimiento profesional también implica un plus económico
Salir de la cueva, buscando participar activamente en charlas o eventos del sector
Y, por supuesto, seguir disfrutando del proceso de construir, siempre a mi ritmo. Esta ha sido un año de crecimiento, de aprendizajes y de retos superados. Si algo me llevo es que, con paciencia y enfoque, las metas se acercan un poco más cada día.
Quizás sea cierta aquello de que lo mejor está por llegar. Tanto si es, como si no es verdad, me aferro a ello. Por si acaso.
A ti que estás al otro lado de la pantalla y has llegado hasta el final, te deseo una Feliz Navidad. Que el 2025 llegue cargado de salud, que es lo único que necesitamos para remangarnos e ir en busca del éxito.
Genial resumen del año! Enhorabuena por todo el crecimiento y mucha suerte para cumplir con los objetivos de 2025!